
La docencia y la investigación junto con la extensión universitaria son los pilares sobre los cuales se sostiene nuestra institución educativa, la calidad de la educación brindada dependerá de quienes producen, transforman y de quienes intervienen en la construcción del saber, es decir, de los docentes, investigadores y estudiantes.
Y es en este sentido por lo que dichos actores deben recibir salarios dignos, estabilidad laboral, amplias posibilidades de desarrollo profesional y transparencia en el proceso de asignación de cargos ya que a partir de su accionar se alcanzará la excelencia académica sin dejar de lado nuestra función social, la que nos permitirá destacarnos por sobre otras instituciones universitarias, por lo tanto debe discutirse las implicancias políticas, y la forma en la cual se produce el conocimiento dentro de la Universidad Pública.
A su vez se debe incentivar en nuestros estudiantes y graduados la formación de la carrera académica con compromiso social, la cual repercutirá positivamente en nuestra disciplina, ya que nos permitirá posicionarla dentro de la academia y frente a la sociedad.
Nuestros estudiantes y graduados a través de la práctica de la investigación social deben ejercitar el pensamiento reflexivo, crítico y creativo, para ello es necesario generar espacios de intercambio intercátedras y con las distintas universidades nacionales e internacionales especializadas en la temática investigada.
A su vez el docente debe transformarse en un facilitador del aprendizaje, proponemos un avance en ese sentido hacia la circulación del conocimiento, para construir instancias más democráticas y abiertas con amplia participación del estudiantado en su propia formación, con un lugar activo en la participación de su evaluación, transformando la academia en un vehículo de formación de conciencias libres.
Nuestra disciplina posee una base social, por lo tanto deben fomentarse las prácticas democráticas, cooperativas y estimular el trabajo en equipo, las discusiones y los debates grupales sin desmerecer por ello las producciones individuales. Para ello se deben implementar hacia el interior de las cátedras la modalidad de trabajo en espacios de taller para poder reflexionar, intercambiar producciones e integrar los contenidos de la materia.
Estamos en contra de la mercantilización de la academia, de la formación de cuadros tecnócratas, ya que bajo estas circunstancias la teoría elaborada se transforma en academicismo y pasa a ser solo entendida por sus propios interesados transformándose en obsoleta e inaplicable a la realidad.
Para ello proponemos:
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Transparencia en los concursos y pase a planta de todos los docentes ad honorem.
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Estabilidad en el cargo docente.
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Libertad de cátedra.
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Conformación de cátedras paralelas.